Las hadas son figuras mitológicas femeninas, paganas, precristianas, representadas al estilo de campanilla en el cuento de Peter Pan, luminosas, aladas, pequeñas, traviesas, juguetonas, capaces de adoptar la forma que deseen para realizar mejor sus deseos, algunas veces usan bastón, dadoras de beneficios y a veces pueden producir desgracias y enfermedades. Llegan a vivir más de 500 años, jamas envejecen, conservan su apariencia siempre joven, moran en las cuevas se divierten en el agua de los ríos y de los lagos, se asoman por los manantiales, danzan en los bosques.
Han recibido distintos nombres en los diversos países o regiones: auxanas (Cantabria), lamias (región vasco navarra).
En la mitología griega eran también seres legendarios como las sirenas y según su morada, tenían nombres distintos: dríadas (drys, dryes/dryas) habitaban en cualquier árbol principalmente la encina o el roble.
En la mitología greco-romana eran conocidas con el nombre de ninfas y también habitaban en los bosques.
En el clima creado por la Nueva Era, etc., las hadas existen y no solo en una existencia irreal imaginaria del `poema infantil de Ruben Dario"Las hadas existen mi dulce niño". Creen en su existencia y en su capacidad para dar vigor a ciertas plantas, vivificar y proteger la naturaleza entera y ayudar al hombre a convertir las zonas desérticas en un vergel. Algunas personas creen que se pueden comunicar con ellas por medio del pensamiento.